El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, explicó ayer que se enteró de la existencia del informe sobre los sondeos ilegales de Seabird Exploration a través de los medios de comunicación. Bauzá dijo que precisamente, este informe, emitido por la Comisió de Medi Ambient, denota «nuestra beligerancia contra las prospecciones. Siempre que hemos tenido oportunidad de identificar un riesgo como consecuencia de una prospección el Govern ha estado activo y no pasivo», y que cuando se supo que había pasado esto, se puso en conocimiento del Ministerio: «En el momento que vemos algo vinculado con prospecciones petroleras el Govern se activa inmediatamente», aseguró el presidente.

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Sin embargo el presidente de del GEN, Juan Carles Palerm, que en septiembre de 2013 denunció estos sondeos se sorprendió al conocer el informe: «Me parece increíble que no fueran de inmediato al Ministerio y armaran un buen follón», exclamó Palerm, «una carta no es suficiente, hay que denunciar y perseguir al infractor» añadió. «Ya sabíamos que el Govern tenía más información que nosotros pero nunca nos la dieron y cuando lo denunciamos nadie hizo nada».

Palerm explicó que ellos no sabían de dónde venían los sondeos ya que tienen un radio de actuación muy amplio y el Govern «sí lo sabía». De hecho Palerm cree que a esta empresa, Seabird Exploration, no deberían concederle ningún tipo de permiso de explotación en el mar mediterráneo. Un extremo con el que coincide Carlos Bravo, coordinador de Alianza Mar Blava, «esta empresa debería quedar deshabilitada para pedir permisos de este tipo», y recuerda que en aquella época aparecieron 11 delfines varados. Bravo advirtió que no sólo los cetáceos pueden verse afectados por estos sondeos, sino que «podría haber muerto o perdido el oído alguien que estuviera bajo el agua en aquella zona. Hay que pensar que el nivel de decibelios es más alto que 100.000 veces el ruido de un avión», manifestó.