La zona de llegadas del aeropuerto de Ibiza, casi sin movimiento estos días. | DANIEL ESPINOSA

La Asociación de Viviendas Turísticas (AVAT) calcula que las pérdidas para este sector en Ibiza podrían alcanzar los 31,5 millones de euros si la crisis del coronavirus se extiende hasta junio, en un escenario «más pesimista pero no improbable», según indicó ayer la agrupación en un comunicado.

Las primeras estimaciones de AVAT señalan que las pérdidas, para las 3.200 viviendas legalizadas de la isla, podrían alcanzar los 18 millones de euros en abril y mayo y que si se suma el mes de junio serían de 31,5 millones de euros, el equivalente al 35% de la facturación anual, según expresaron ayer a través de un comunicado.

También se debe tener en cuenta, añadieron desde la agrupación, el gasto en la oferta complementaria que se dejará de ingresar, ya que es un sector que repercute parte del gasto del turista en servicios y comercios como supermercados, restaurantes, rent a car, taxis, etc.

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La asociación recordó que Ibiza, y Baleares en general, de acuerdo con algunos estudios, estarán entre los destinos más expuestos a la recesión económica, debido a la dependencia del turismo y a la problemática de la conectividad aérea y que el sector de la vivienda vacacional en la isla no es ajeno a «esta debacle económica mundial».

Aún así, aseguraron que están preparados para que, una vez que «toda esta pesadilla pase», los asociados y comercializadores puedan volver a abrir de nuevo sus puertas.
También añadieron que están trabajando junto a la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera (Pimeef), otras asociaciones de la isla y administraciones locales, como Consell de Ibiza, en campañas para alargar la temporada, incentivando cambios de reserva a octubre y noviembre.

Entre otra medidas, el sector también trabaja con protocolos que garanticen la absoluta «desinfección y limpieza» de las villas turísticas, además de fomentar entre los asociados flexibilización para reservas y cancelaciones.