Vicent Marí posa en su despacho del Consell de Ibiza. | DANIEL ESPINOSA

Vicent Marí (Eivissa, 1965) nos atiende en su enorme despacho de la quinta planta de la sede del Consell d’Eivissa, el ala oeste del gobierno insular. Es jueves. Última hora de la mañana. Acababa de tener una nueva Junta de Portavoces en la que se analizó un plan de reconstrucción basado en 10 ejes que, de momento, para que sea efectivo, está pendiente que el gobierno central libere el uso de los remantes para que haya recursos económicos. El martes se cumplió un año de su victoria, efeméride que ha pasado desapercibida. «No estamos para ningún tipo de fiesta».

—La última vez que le entrevisté, a finales de 2019, hablábamos de la vivienda, del agua, de la seguridad, del traspaso de competencias. Todo esto ahora ha pasado a un segundo o tercer plano.
—Sí y nos hemos dado cuenta de lo débiles que somos. Podemos tener muchos proyectos y muchas ambiciones, pero la salud es básica, fundamental y prioritaria. Hasta ahora hemos estado volcados en superar la pandemia y en dar soporte a los más necesitados. Ahora vendrá la parte de la reactivación de la economía. Una economía parada es otra pandemia y hemos de trabajar para que dure lo menos posible.

—Parece que habrá temporada turística, algo que había estado en duda semanas atrás.
—Hablar de temporada turística es ser optimista. El objetivo es que haya actividad y que sirva de catapulta para 2021 y que no haya rebrotes cuando se abra el aeropuerto. Ese es nuestro deseo.

—Usted sigue insistiendo en la necesidad de hacer test rápidos. ¿No ha perdido la esperanza?
—No. Sigo creyendo que son necesarios. Cuantos más test se hagan, mejor porque tendremos más probabilidades de evitar contagios. Test rápidos, PCR o lo que sea. Una vez superado el riesgo de saturación del sistema sanitario, que afortunadamente no se ha producido, hemos de ser ambiciosos. Hacer controles, preferentemente en origen, nos permitiría eliminar incertidumbre y riesgos. Es uno de los pasos se han de valorar y además cuanto antes.

—Usted se reúne todas las semanas con Francina Armengol. ¿Qué explicación le da para oponerse a una medida tan lógica como la que propone?
—Lo he planteado en todas las reuniones. Al principio, no había capacidad y había otras prioridades. Ahora la situación ha cambiado y creo importante plantear un cribado a toda la población para enviar un mensaje a los mercados de que somos un destino seguro, que aquí no ha habido incidencia y de que hay riesgo muy bajo de infección. Podemos invertir en promoción y podemos hacer controles de temperatura y cuestionarios, pero el paso definitivo es hacer test masivos y hacer ver que somos un destino seguro. La prioridad en estos momentos es ésta.

—No me ha contestado. ¿Qué explicación le dan?
—Que no es necesario, que no lo hace nadie. Se empezaron a hacer en las barcas de Formentera y el experimento no funcionó. Si no se pueden hacer en el mismo momento, que se hagan de otra manera, en un centro de salud, en una farmacia, en un centro privado... Son baratos y debería haber un sistema para que todo el que venga se haya hecho uno. Estamos en el siglo XXI y ya no valen las excusas del principio. Dar este paso, cribar a toda la población y analizar a todos los que vienen, sería un elemento diferenciador en materia de promoción turística. Sería un mensaje claro y contundente a todos los mercados de que aquí no hay riesgo de contagio porque la población no está contagiada y los que vienen tampoco. No olvidemos que España ha sido uno de los países con mayor incidencia y nuestra imagen está tocada. Pero nosotros, afortunadamente, no estamos en este saco común y lo hemos de aprovechar para enviar un mensaje de que somos una zona segura. Si localizamos a los asintomáticos que aún están contagiados generaremos mucha confianza y no hay mejor campaña que ésta..

—¿El Consell d’Eivissa puede hacer algo por su cuenta?
—No tenemos competencias en materia sanitaria, ni recursos para hacerlo, pero estaríamos dispuestos a colaborar en todo lo que pudiéramos.

—¿Cuándo empezarán a hacer promoción?
—Estamos trabajando en un plan de choque en colaboración con compañías aéreas, turoperadores y agentes de viajes. Utilizaremos todas las vías para llegar al cliente directo y para decirle que en Ibiza lo hemos superado y que puede venir con absoluta seguridad.

—¿Habrá turistas internacionales en junio?
—Es una buena medida tratar de hacer un plan piloto y que vengan agentes de viajes y turistas alemanes y luego recomienden viajar. Estamos colaborando con el conseller de Turismo y el sector para que se concrete.

Foto: Daniel Espinosa.

—¿La sensibilidad que ha demostrado el Govern con Ibiza, al ampliar un plan piloto que inicialmente estaba previsto para exclusivamente para la Playa de Palma, no es la tónica habitual?
—La situación es excepcional y, como tal, ha de haber colaboración institucional, diálogo, transparencia y colaboración; desde el Consell d’Eivissa hemos mostrado en todo momento una actitud de lealtad. Los ciudadanos nos quieren ver trabajando para solucionar problemas, no para crear más. La ideología política ha de quedar a un lado, aunque a algunos les cueste, y luchar, trabajar día a día, codo con codo, hombro con hombro, todos juntos, ayuntamientos, Govern balear y agentes sociales y económicos. Nosotros lo estamos haciendo a rajatabla, estamos trabajando para solucionar problemas, no para crear más.

—¿Mantiene aún su postura de no enfrentamiento, a pesar de los últimos desplantes del Govern con los decretos?
—A pesar de que no se han tenido en cuenta nuestras propuestas, sigo teniendo la mano tendida. Ya tendremos tiempo de decir lo que tengamos que decir y de tener los enfrentamientos políticos que tengamos que tener en defensa de lo que creemos que es necesario y justo. Ahora, todos hemos de remar en la misma dirección y el partidismo ha de pasar a un segundo término, aunque hay gente a la que le cuesta.

—¿Se ha mordido mucho la lengua en las últimas semanas?
—Me la ha mordido sí. Pero ahora esto es secundario. Lo importante es el interés general, no el político, ni el personal. Es necesario que el ciudadano perciba que solo queremos lo mejor para él y que no pensamos en nada más. Esa es la prioridad, lo demás es secundario.

—El Grupo Socialista del Consell viene reclamando en las últimas semanas una comisión para la reconstrucción. ¿Le parece coherente esta reclamación después de que el Govern haya ignorado las 45 medidas pactadas en Ibiza, también con el PSOE?
—Respeto la postura del Partido Socialista, aunque no la comparta. Esta comisión está trabajando desde el primer momento. La Junta de Portavoces, donde estamos todos, se ha reunido semanalmente y allí se ha dado cuenta de todo. Hace semanas que estamos trabajando en un plan de reactivación económica, social y ambiental de Ibiza. Lo hemos presentado al resto de grupos y a los agentes sociales.

—¿Puede avanzar algo?
—Es un plan práctico, con 10 ejes y que depende de que el Gobierno libere los remanentes. Cuando lo tengamos consensuado, lo haremos público. Hacerlo antes, me parecería desleal.

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—¿Entiende que sigan bloqueados los remanentes?
—No. Después de haberla criticado tanto, de haber dicho tantas veces que el problema era la Ley Montoro, ahora nadie entiende que no se hayan liberalizado todavía los remanentes ni flexibilizado la regla de gasto. Ahora es el momento de disponer de estos recursos que se han ahorrado en los últimos años y de que reviertan en los ciudadanos. Probablemente no será suficiente, pero son imprescindibles y son de los ibicencos. Cuando nos permitieron disponer de un 20% del superávit del año anterior, al día siguiente presentamos un plan de cuatro millones de euros para ayudas sociales. Sin presupuesto es difícil hacer acciones, ahora no es momento de filosofía. Es momento de poner recursos y de administrarlos y gestionarlos con eficacia.

—¿Qué le dice Armengol sobre el remanente?
—Me consta que insiste, como la FEMP y los otros presidentes autonómicos. Aquí hay unanimidad de todo el mundo, fuerzas políticas, sindicatos y empresas, pero el Gobierno no está por la labor. ¿Motivos? No los sabemos, pero esperemos que se solucione cuanto antes porque no se entendería otra cosa.

—¿Teme que sean confiscados por el Gobierno, ya que Podemos ha recordado recientemente que toda la riqueza del país está supeditada al interés general?
—No lo contemplo. Es más me parecería una injusticia inmensa. Es dinero de los ibicencos, no es del Gobierno central, ni de la Comunidad Autónoma, que no los han ahorrado, y tenemos todo el derecho a decidir qué hacemos con ellos. Insisto, no lo contemplo.

—El retraso en tomar una decisión tan obvia no es buena señal.
—No. Esto es cierto. No es normal que se esté tardando tanto en tomar esta decisión. Piense que se pueden hacer muchas cosas con entre 40 y 50 millones de euros, que es el caso del Consell d’Eivissa. Sería una inyección de cara a reactivar la economía muy importante. Soy optimista y entiendo que se acabarán desbloqueando.

Foto: Daniel Espinosa.

—¿Los turistas han de pagar los gastos del Covid con la ecotasa de 2020?
—No. Nosotros hemos pedido es que no se cobre ecotasa este año, pero de momento solo adaptarán los módulos.

—A mí me parece que no es un buen mensaje que los turistas paguen nuestras mascarillas.
—No lo es. Sería otro gran gesto del Govern eliminar la ecotasa este año porque hay que dar facilidades. Tenga en cuenta que hay gobiernos que subvencionan líneas aéreas y las vacaciones, y en Baleares no hemos de penalizar a los turistas que consigamos que vengan. Este año no es un año para recaudar, es para recuperar y fidelizar a los que vengan. El Govern se lo debería replantear.

—¿Es una legislatura perdida?
—No. Es una legislatura muy compleja. La crisis sanitaria, social y económica es la prioridad que nos ha obligado a readaptar los objetivos. Más que nunca hemos de ser buenos gestores y administradores, sobran las políticas de postureo y de intereses partidistas. Ya pondremos sobre la mesa debates que ahora no interesan a nadie.

—¿No es el momento de repensar Ibiza?
—No hay que aprovechar la pandemia para esto porque no es el momento de plantear determinados debates cuando no son prioritarios. Lamento que se haya aprovechado la pandemia para aprobar un decreto urbanístico y, además, sin contar con el Consell. Me ha parecido desleal. Es una lástima porque no era necesario ni hacerlo ahora (se podría haber hecho el año que viene y no habría pasado nada), ni hacerlo de esta manera. Me pareció muy feo. El texto nos llegó media hora antes de la rueda de prensa. Esto no es serio y es una lástima porque es innecesario actuar así. El Govern, por su pactos políticos internos, ha ignorado al Consell d’Eivissa, y así se lo transmití a la presidenta. A mí no se me hubiera ocurrido en estos momentos, cuando todos hemos de estar a otras cosas, trabajar en estas cuestiones. Sin embargo, había gente en el Govern que lo estaba haciendo a nuestras espaldas y de los ayuntamientos. Insisto me ha parecido muy feo.

—Máxime cuando a los otros consells sí se les informó, consultó y en algunos casos se les hizo caso.
—Esto es lo más triste. Lamento profundamente que se nos ignore completamente, máxime cuando no hemos dado motivo porque hemos sido leales. En el decreto de medidas urgentes, nos invitaron a presentar propuestas, las hicimos, las presentamos y luego no se tuvieron en cuenta. Seguiremos luchando y seguiremos insistiendo en la necesidad de que se aprueben; son fruto de muchas horas de trabajo y reuniones de mucha gente. Estoy frustrado porque no se han tenido en cuenta, pero en el otro (suelo rústico) es que ni hemos tenido la oportunidad, ni se nos escuchó. Es muy feo. Supongo que es la compensación a un socio del Govern por el anterior decreto. Desde este punto de vista, el de medidas económicas se ha quedado corto, máxime si sabían que después iba a venir el otro en forma de compensación. No tendrá los efectos que se han anunciado y es una oportunidad y un tiempo perdido.

—Ya no se muerde tanto la lengua.
—He de expresar lo que siento. En todo lo demás, ha habido transparencia, diálogo y colaboración y así lo he decir y así lo he transmitido a la presidenta. Es una lástima. No digo nada que no haya dicho directamente.

—Todo por ser del Partido Popular.
—Hay que respetar la voluntad de los ciudadanos. El PP ganó las elecciones y gobernamos en coalición con Cs y se ha de respetar, como nosotros respetamos las otras mayorías. Lo que no pueden es taparnos la boca y no contar con nosotros. Han de tener en cuenta la voluntad de los ibicencos y en este caso no ha sido así. Hemos sido ninguneados.

—Podemos pidió que la invasión de las competencias fuera todavía más intensa.
—Cada uno es responsable de sus actos. El equipo de gobierno está para defender a todos los ibicencos, a los que nos votaron y a los que no. Estamos aquí para administrar una institución y defender los intereses de una isla, intentamos hacerlo lo mejor que podemos y sabemos, pero no acepto que se quiera gobernar a los ibicencos desde otra institución por intereses partidistas. No lo permitiremos. Levantaremos la voz todas las veces que haga falta.

—El PP aplaudió el decreto de medidas urgentes. ¿Votará a favor en el Parlament?
—No puedo avanzar el sentido del voto, pero sí decir que el PP no está contento con la letra pequeña de los dos decretos. Nosotros pedimos que se tramiten como proyecto de ley para que podamos introducir enmiendas. El decreto económico es insuficiente, se ha quedado corto, debió ser más ambicioso y efectivo, porque ahora necesitamos efectos inmediatos y no tendrá los efectos que han dicho. Está bien prorrogar la disposición adicional que permite ampliar hoteles, pero debió autorizarse también en las industrias y viviendas. Es una buena medida que, sin consumir territorio, habría sido un revulsivo para pequeñas constructoras e instaladores.

—¿Aunque solo fueran de aplicación en casas de hasta 150 metros cuando no saben cuántas hay?
—Sí. Este precisamente fue uno de los acuerdos que cerramos con el PSOE. Nosotros pensamos que no debía ponerse esta limitación porque estamos hablando de 25 metros como máximo. El PSOE lo rebajó y nosotros lo aceptamos, si servía para que hubiera unanimidad. No era necesaria esta limitación. Se ha perdido una gran oportunidad de movilizar recursos privados. La recuperación no puede venir solo del sector público. Hemos de dar facilidades para que particulares y empresas se animen a invertir, de lo contrario la recuperación tardará más.