Silvia Torres, a la izquierda, ayer a mediodía junto a una empleada de la agencia que fundó su padre. | Daniel Espinosa

«Me dirijo a todos nuestros clientes y amigos para comunicarles que a partir del 1 de marzo se cancelan las ventas de todos nuestros servicios. Personalmente, ha sido difícil afrontar la situación que estamos viviendo, y, muy a mi pesar, después de casi 39 años finalizamos una gran etapa.Sobre todo, quiero agradecer la confianza que han depositado en nosostros durante todos estos años. Gracias a todos y Salud». Así se despidió ayer de sus clientes Silvia Torres, propiataria de la agencia de viajes Pepe Tours, que echa el cierre después de cuatro décadas a causa de la paralización de los viajes por la crisis del coronavirus.

«Llevábamos unos meses meditando la posibilidad de cerrar, y al final hemos tomado esta decisión porque el negocio ya es económicamente insostenible», explicó ayer la hija del que fuera fundador de esta veterana agencia, Pepe Torres Costa, que también fue director del hotel Simbad y el Hostal Talamanca.

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El negocio siempre había ido «muy bien», incluso superando los obtáculos de la competencia por internet, «pero ahora llevamos un año sin ayudas directas, con todos los gastos de alquiler e impuestos y no tenemos entradas», explicó Silvia Torres.

Pepe Tours fue una de las pocas agencias que contaba con licencia IATA para expedir billetes de avión, en un momento en el que el sector agupaba a muy pocas empresas. Ha mantenido durante estos años a una clientela fiel, de la que ayer se despidió en un día «cargado de sentimientos». «Tenemos que cerrar para que las deudas no vayan a más. No debemos nada y estamos muy orgullosos de ello, pero la pandemia lo ha agravado todo y no nos queda otro remedio», añade la propietaria de una agencia que también dirigió Joan Cardona, de Viajes Tánit, durante una etapa y que hasta ahora había podido sortear distintas crisis económicas. El teléfono no paró de sonar ayer en la oficina de Ignacio Wallis, llamadas de clientes dando ánimos a una empresaria que admite que aún «hay que asimilarlo, pero tenemos que seguir adelante».