Control de acceso a la fiesta piloto que se celebró en Hard Rock Ibiza a finales de junio. | Marcelo Sastre

Con la progresiva relajación de las restricciones en las islas, con la apertura del ocio nocturno en otras comunidades, con el descenso de la incidencia de los contagios, la reducción de la presión asistencial y teniendo en cuenta que las perspectivas de vuelos y reservas auguran aún unas cuantas semanas de actividad y relativa bonanza turística, las discotecas de Ibiza consideran que ya ha llegado el momento de que puedan reabrir sus puertas, cerradas desde octubre de 2019, cuando finalizó la última temporada precovid.

Este es el mensaje que trasladará mañana, jueves, el gerente de la Asociación Ocio de Ibiza (AOI), José Luis Benítez, al conseller de Turismo y portavoz del Govern balear, Iago Negueruela, en una reunión en Palma en la que también participará la patronal Abone, que tiene más representación en Mallorca que en Ibiza. Las salas de fiesta, el sector más castigado por la pandemia, acuden al encuentro con el mismo objetivo: que las discotecas, después de dos aciagas temporadas, puedan reabrir unos días en octubre para despedir el año con sus tradicionales ‘closing parties’.

El conseller anunció el lunes que, antes de pronunciarse sobre esta autorización, esperará a que los técnicos de Salud del Govern analicen el protocolo que han redactado los empresarios del ocio de Ibiza, que representan a más de 40 conocidas marcas de la isla. Negueruela eludió pronunciarse sobre fechas concretas para la posible reapaertura, si bien en el sector se respira un moderado optimismo.

Certificado para entrar
El documento que ha preparado la AOI propone distintas medidas de control, organización, distancias y condiciones sanitarias que, en su opinión, garantizarían completamente la reapertura segura de los clubs siguiendo las recomendaciones de la conselleria de Salud. Entre las propuestas más destacadas figuran la obligatoriedad de acceder a los locales con el certificado de vacunación completa o una prueba PCR reciente. En el caso de que los clientes no dispongan de esta documentación, serán invitados a realizarse un test de antígenos en las inmediaciones de la puerta de entrada, que deberán costear de su bolsillo.

Esta es una de las medidas que se está extendiendo cada vez más en distintas ciudades españolas para la vuelta a una relativa normalidad en el sector de la hostelería y el ocio, conforme se va reduciendo la presión de la pandemia, aunque los tribunales de cada comunidad mantienen criterios discrepantes.

Así, mientras el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB) considera que no se puede exigir este certificado para acceder a los locales, ayer mismo el Tribunal Supremo autorizó el uso de este ‘pasaporte covid’ en la hostelería y el ocio nocturno en Galicia, como pretendía la Xunta y en contra de la opinión del TSJ de esa comunidad.

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El fallo del Alto Tribunal abre la puerta por primera vez a la obligatoriedad de presentar el certificado con el fin de que los no vacunados no puedan acceder a lugares públicos, tal y como se está llevando a cabo en gran parte de Europa. Este fallo del Supremo podría tener una amplia trascendencia en todo el territorio nacional.

Aforos, licencias y baile
El protocolo de Ocio de Ibiza propone asimismo un aforo reducido en cada establecimiento y en función de su superficie, y que los negocios puedan aplicar las cláusulas que se recogen en sus respectivas licencias de actividad, es decir, que puedan programar música, conciertos o fiestas con los horarios de apertura y cierre que fueron autorizados por cada ayuntamiento en 2019.

En cuanto a las condiciones en que se desarrollarían las fiestas de cierre de temporada, Ocio de Ibiza propone una serie controles similares a las que se pusieron en práctica durante la fiesta piloto que se celebró en Hard Rock Ibiza a finales de junio, que se consideró un éxito, aunque tampoco sirvió para estimular la apertura de los grandes clubs.

En este sentido, la pista de baile estaría claramente diferenciada de la zona de consumición de bebidas. Además, será obligatorio llevar la mascarilla en la pista. La patronal se compromete igualmente a aplicar todas las indicaciones que marque la conselleria de Salud, entre ellas las condiciones de ventilación y la instalación de purificadores de aire.

«Nuestra intención es que tanto los pequeños negocios como también las grandes salas puedan reabrir en octubre si así lo desean, teniendo en cuenta además que hay una buena previsión de llegada de turistas para ese mes», expresó ayer el gerente de la AOI, José Luis Benítez. Si son autorizadas por el Govern, discotecas como Pacha, Amnesia, DC-10 o Hï podrían recibir a sus miles de seguidores y además despedirles hasta el año próximo.

«Sería un gran final»
«Sería un gran final de temporada porque no podemos olvidar que este invierno será duro otra vez para algunos negocios, solo hay que ver la cantidad de traspasos que se anuncian, aunque es cierto que sectores como la hostelería y el turismo náutico al final han obtenido buenos resultados», indica Benítez.

Ocio de Ibiza apoya todas las iniciativas institucionales relacionadas con la desestacionalización por medio de eventos deportivos, culturales y gastronómicos, y considera que los bares y restaurantes «deberían haber tenido más libertad de horarios porque así seguro que se habrían evitado aglomeraciones en la calle y botellones».