Las restricciones en la restauración quedan eliminadas desde este martes. | Daniel Espinosa

Exactamente un año después de que entrara en vigor el toque de queda en las Islas, el 25 de octubre de 2020, el Govern anunció ayer el fin de casi todas las limitaciones que aún seguían vigentes en el sector de la restauración de la Comunidad: desde esta misma mañana se acaban los aforos en exteriores e interiores. Bares y restaurantes podrán llenar los establecimientos sin limitaciones, ni siquiera de horarios, con la única condición de que se respete la distancia de un metro y medio entre las mesas.

La única restricción que se mantiene relacionada con la hostelería es la prohibición de fumar en las terrazas y en la vía pública, si no se puede mantener la distancia. El portavoz del Govern, Iago Negueruela, ya adelantó que el Ejecutivo atenderá la recomendación de los expertos sobre esta materia, pero dejó claro que la prohibición se mantendrá mientras siga la pandemia.

Con matices en el ocio nocturno, que es la actividad en la que se mantienen aún una serie de restricciones, como la prohibición de bailar, salvo en discotecas, o de consumir salvo sentado, el portavoz del Govern aseguró que ayer se daba un paso esencial hacia la nueva normalidad y destacó que los ciudadanos apenas están sometidos ahora a restricciones.

Negueruela ha recordado que sigue vigente el «green-pass» para el acceso a «gran ocio y discotecas».

La casi normalidad
«Hemos hecho un marco que nos sitúa ya en una normalidad muy avanzada», señaló Negueruela.

El conseller insistió en que las medidas suponen una vuelta a la situación de normalidad «en todas las actividades económicas y sociales», si bien matizó que el uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio cuando no se pueda mantener la distancia entre los ciudadanos.

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Negueruela valoró la responsabilidad de los habitantes de Baleares y recalcó que este levantamiento casi total de las limitaciones responde a esa responsabilidad, a la caída en la cifra de contagios y al progresivo proceso de vacunación de los ciudadanos de las Islas, que en estos momentos supera el 80 % de la población.

Pese a ello, el responsable del Govern insistió en pedir a los ciudadanos que mantengan las medidas de prevención contra la COVID-19 especialmente en las personas vulnerables, las que trabajan con población vulnerable y aquellas que participan en actividades de grupo.
Se recomienda, por tanto, seguir usando la mascarilla, mantener el protocolo de higiene de manos y respetar, en la medida de lo posible, la distancia de seguridad.

Sin botellones
Además de estas recomendaciones, para evitar nuevos contagios masivos, el conseller recordó que sigue prohibida la práctica del botellón en todas las vías y espacios públicos.

El Ejecutivo mantiene la obligación de que los establecimientos considerados de riesgo, como la restauración, ocio nocturno, clubes de gente mayor, locales de juegos y apuestas, gimnasios, centros comerciales, mantengan aparatos de ventilación del aire.

En el avance progresivo hacia esa nueva normalidad, el portavoz del Govern recordó que, a partir del 1 de noviembre, los pasajeros que lleguen a las islas procedentes de otra comunidad autónoma no deberán presentar documentación adicional, ya sea PCR o pasaporte COVID, para entrar en la Comunidad, ya que la incidencia en el resto de España es muy similar y la población está vacunada de forma mayoritaria.

Iago Negueruela precisó que estos controles sí se mantendrán para los pasajeros procedentes del extranjero.