Theo, tiene el Síndrome de Smith-Magenis, una enfermedad genética rara que se caracteriza por tener una discapacidad intelectual leve a moderada, retraso en el habla y trastornos del sueño. Se ha quedado sin plaza en las escuelas de verano de Sant Josep. | Daniel Espinosa

El Ayuntamiento de Sant Antoni y el Consell de Formentera son las únicas administraciones de las Pitiusas que priorizan a los niños con necesidades especiales en el acceso a las escuelas de verano municipales.

En el caso del Consistorio portmayí, tienen mayor puntuación para obtener la plaza los niños empadronados en Sant Antoni, los progenitores o tutores legales de los cuales trabajen ambos de manera presencial, las familias monoparentales o las familias con hijos con algún tipo de discapacidad.
En Formentera, por su parte, tienen prioridad para obtener la plaza los niños que tengan algún tipo de discapacidad, o si la tienen sus padres, tutores legales o hermanos. También se prioriza a las familias numerosas o monoparentales, a las personas que acrediten que han sido víctimas de violencia de género, a los niños que estén en situación de vulnerabilidad o riesgo social, a los nacidos de paeto múltiple y a los niños que estén en situación de acogida familiar. Otro factor que favorece la admisión a las escuelas de verano de Formentera es que haya otro hermano inscrito. El resto de inscritos entran por orden de fecha de nacimiento, de menor a mayor edad.

En Santa Eulària, por su parte, no se hace una reserva de plazas para niños con necesidades especiales ni se prioriza este aspecto, «porque tienen menos posibilidades de quedarse fuera», según han explicado fuentes municipales. «Aunque estén integrados en los grupos, sus plazas dependen de que contemos con monitores especializados sólo para ellos», han explicado, «y estos monitores nos los suministra Amadiba, así que hay una cantidad más que suficiente para nuestras necesidades».

«En el improbable caso de que alguno de que por este sistema no pudiéramos cubrir la demanda, buscaríamos una alternativa ya que entendemos que son familias con situaciones muy complejas y, seguramente, el servicio de escuela de verano le es muy necesario», han matizado.

Los criterios de admisión en la escuela de verano de Sant Josep establecen que la prioridad para acceder a una plaza será para los niños empadronados en el municipio, con los dos progenitores o tutores legales o el progenitor al cargo (en caso de familias monoparentales) «que se encuentren en situación laboral activa de manera presencial dentro del horario de la escuela de verano». Los siguientes en el grado de prioridad serán los menores empadronados en el municipio «con sólo uno de los progenitores o tutores legales que trabaje».

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El tercer escalafón en orden de prioridad para optar a una plaza en el municipio josepí es para los niños empadronados en el municipio cuyo padre, madre o tutor legal no trabaje. Y ya en cuarto y quinto orden de prioridad para acceder a la escuela de verano estarán aquellos chicos que no estén empadronados pero sí escolarizados en centros escolares públicos del municipio y los que no estén ni empadronados ni escolarizados en Sant Josep, respectivamente.

En este caso, el Consistorio aplica una rebaja del 40% de la cuota de la escuela de verano para aquellos niños o tutores legales que tengan una discapacidad del 33%.

En el caso de las escuelas de verano de Vila el orden de preferencia de admisión es: niños empadronados en el municipio de Ibiza, en segundo lugar, niños escolarizados en el municipio de Ibiza, en caso de que queden plazas, y en tercer lugar, el resto de solicitudes.

Este periódico no ha podido recabar información de cómo se realiza el proceso de selección en el municipio de Sant Joan.

Búsqueda de soluciones

Desde la asociación Apfem han señalado han indicado a Periódico de Ibiza y Formentera que no se puede especificar un número concreto de niños con necesidades especiales que se han quedado sin plaza para las escuelas de verano municipales este año, aunque han reconocido que la cifra es elevada, por lo que están en contacto con el Consell para tratar de encontrar una solución para estas familias
Esta cuestión ha salido a la palestra tras el lamento de un padre de Sant Josep que ha visto cómo sus dos hijos se habían quedado sin plaza en la escuela de verano municipal. El problema es que uno de los niños tiene necesidades especiales, ya que tiene el Síndrome de Smith-Magenis, una enfermedad genética rara que se caracteriza por tener una discapacidad intelectual leve a moderada, retraso en el habla y trastornos del sueño.