Zona donde se produjo el accidente en la mañana de este jueves. | Periódico de Ibiza y Formentera

Un hombre español de 34 años falleció este jueves de madrugada tras ser atropellado en la carretera de Sant Antoni, concretamente, en el kilómetro 12,9 de la EI-600, a la altura de Es Puig.

El atropello mortal ocurrió sobre las 05.40 horas, según informaron desde la Guardia Civil. Tras recibir el aviso del suceso, el SAMU 061 trasladó al lugar una ambulancia de Soporte Vital Avanzado y una de Soporte Vital Básico. Los sanitarios, al llegar, encontraron al peatón en situación de parada cardiorrespiratoria e iniciaron los trabajos de reanimación, aunque nada pudieron hacer para salvarle la vida.

También hasta este punto de la carretera se desplazaron unidades de la Guardia Civil de Tráfico para regular la circulación y hacerse cargo de la investigación.

El atropello se produjo en uno de los carriles en sentido a Ibiza. Según testigos presenciales, el joven irrumpió en la carretera desde la mediana, tratando de cruzar por una zona no habilitada, y fue arrollado por un taxi que no pudo esquivarlo. El conductor del taxi dio negativo en el test de alcohol.

Preocupación

La asociación de vecinos de Can Bonet ha lamentado este jueves este nuevo accidente registrado a la altura de Can Guillamó y ha recordado que, desde comienzos de año, han sido varios los siniestros que han tenido lugar en esta zona y en el paso de peatones de Can Tomàs.

<Independientemente de las circunstancias que rodeen este último accidente, lo que queda patente una vez más es que deben tomarse medidas para que se respeten los límites de velocidad e incluso se reduzcan>, han considerado desde la asociación.

Según han recordado, recientemente han transmitido al Consell y al Ayuntamiento de Sant Antoni la necesidad de instalar un radar para intentar que los conductores respeten las velocidades máximas <>.

Los residentes en estos barrios recordaron que el pasado 15 de agosto organizaron un recorrido por estos lugares para demostrar la peligrosidad de estos tramos de carretera. Los vecinos de Can Bonet también destacaron haber entregado más de 3.000 firmas a la Dirección General de Tráfico en Baleares para solicitar la urgente instalación de este medidor de velocidad.

En caso de que Tráfico rechazara esta petición, la asociación expresó su confianza en que las instituciones responsables declararán estos barrios como 'zona población', lo que permitiría reducir la velocidad máxima a 50 km/h e instalar el radar.

Noticias relacionadas

Accidentes

Varios han sido los accidentes de distinta gravedad ocurridos en este tramo viario, uno de los puntos negros de la red insular de carreteras. También en el cruce de peatones de Can Tomàs, muy cercano al lugar del último atropello mortal, han sido varios los siniestros registrados. Sin ir más lejos, semanas atrás un vecino de la zona fue arrollado en el paso de cebra y resultó herido muy grave.

Para abordar todas estas cuestiones, el pasado 9 de agosto el Consell acogió una reunión con los vecinos de Can Bonet y Can Tomàs para tratar la falta de seguridad en estos tramos viarios. El conseller responsable de Infraestructuras Viarias, Mariano Juan, explicó entonces que, en el Consell, <>, en relación al paso de peatones de Can Tomàs.

Así, el Consell planteó a las asociaciones vecinales dos propuestas diferentes para intentar terminar con esta falta de seguridad. <Una de ellas consistiría en semaforizar el paso de peatones existente con todas las medidas de seguridad para cumplir con la normativa perfectamente, mientras que otra solución más integrada y que solventa otras cuestiones es la que pasaría por desplazar el paso de cebra hacia Sant Antoni, alargando una de las aceras existentes que conectaría con una parada de autobús>, explicó el conseller.

Juan reiteró que, con la última propuesta, se daría mayor seguridad al paso de cebra y, al mismo tiempo, se facilitaría la incorporación de vehículos a la carretera. Los vecinos no tuvieron duda y se decantaron por este segundo proyecto.

En la reunión, desde el Consell reconocieron no tener novedades sobre la instalación de un radar en el cruce de Can Guillamó.

Tras el encuentro, las asociaciones celebraron la voluntad del Consell a la hora de intentar acabar con este problema de inseguridad, aunque <si todo esto se hubiera iniciado cuando se advirtió sobre ello, probablemente ya contaríamos con la solución>.

«El problema de Can Guillamó es el exceso de velocidad. Tenemos otros pasos de cebra con semáforos, como los de la E-10 o los que hay en la misma carretera de Sant Antoni que no dan estos problemas, pero aquí los coches llegan a una velocidad muy alta. Por eso creemos que la mejor solución, mientras se saca adelante lo de la pasarela, es un radar. Los radares alivian el 95% de los excesos de velocidad», han señalado desde el Consell semanas atrás en relación a Can Guillamó.