Retrato de Cosme Vidal Llàser.

Una de las noticias culturalmente importantes que recientemente hemos tenido en Ibiza es ver cómo los papeles del ibicenco Cosme Vidal Llàser (1912-1982) han ido a para al Arxiu Històric d´Eivissa gracias a la donación de su familia. Entre ellos hay algunas cartas que recibió de Camilo José Cela Trulock. Como es sabido, Vidal tuvo muy buena relación con nuestro Premio Nobel, como también la tuvieron Marià Villangómez y otro habitante ilustre de Ibiza, el leonés Antonio Colinas.

En las cartas de Cela a Vidal aparecen aspectos relacionados con Papeles de Son Armadans, la gran revista literaria que publicaba e irradiaba Cela desde Mallorca y en la que nuestro escritor ibicenco publicó varios escritos como Cuenta ovejas hasta diez mil o El millonario de las rocas. Cela le indica a Vidal en una de las epístolas que ha recibido los cuentos para publicar en la revista y que uno de ellos intentará editarlos en el próximo número. Hay una carta en que el autor de La colmena indica a Vidal que colabore, junto con Vicente Tur Guasch, Fornàs, el gran folclorista de Balàfia, en la parte ibicenca, de un asunto que tuvo abierto don Camilo toda su vida: el estudio de la toponimia y de los gentilicios españoles.

Ése era un tema que le interesaba mucho a Cela, que se dedicaba a recopilar también papeletas con los dictados tópicos de toda España. Fue tal la cantidad de material que apiló sobre ese asunto —gracias a los envíos de los carteros rurales— que no pudo darle salida, salvo un primer tomo de introducción publicado en 1998; me refiero al Diccionario geográfico de la España popular.

Ese interés por los dictados tópicos lo tuvo también el gran filólogo Rodríguez Moñino a quien Cela consiguió hacer académico de la Real Academia Española. Sobra decir que Vidal y el novelista gallego se conocieron personalmente y estuvieron juntos varias veces, o sea cuando don Camilo iba a dar alguna conferencia a Ibiza o al homenaje que en la Isla se le hacía a alguno de sus amigos. Por ejemplo estuvieron juntos en 1964 con motivo de la I Bienal Internacional de Arte. Antes de ir, don Camilo avisó por carta a Vidal de que pronto se encontrarían. Cela invitó a Vidal a la fiesta que organizó por todo lo alto para celebrar sus 50 años. No sé si fue el escritor ibicenco, pero don Camilo se tomó muy a pecho aquella efeméride hasta el punto que publicó un tarjetón muy divertido titulado 50 años, que siempre aparece en todos los archivos privados que guardan papeles celianos. Por ejemplo, en el de Dámaso Alonso que está en la Real Academia Española. A lo anterior se une que tanto Vidal como Villangómez tenían amistad con Josep Maria Llompart, que era quien de verdad llevaba la tratienda los Papeles de Son Armadans. Vidal también escribió en las otras dos revistas literarias españolas importantes del momento, como Ínsula o La Estafeta Literaria.

Hasta ahí tenemos una parte del tema, las cartas de Vidal que están en el Arxiu Històric d´Eivissa, ¿pero y la otra? Es decir, qué escribió Vidal Llàser a Camilo José Cela. Pues bien, en la Fundación Pública Gallega Camilo José Cela, en el epistolario del autor de La familia de Pascual Duarte hay dos cartas de Vidal Llàser. Una fechada el 23 de octubre de 1966 y otra de 20 de noviembre de 1975. En ese epistolario no hay cartas de don Camilo a Cosme porque las mismas son las que están donadas al el Arxiu Històric d´Eivissa.

Las dos cartas de Vidal Llàser a Cela
En la Fundación Gallega Camilo José Cela, que está en Iria Falvia, junto a Padrón, cerca de Compostela, se encuentra el grueso del legado del Nobel. No todo porque también funciona la Fundación Charo y CJC que igualmente atesora valiosos materiales tanto de don Camilo como de su esposa, Charo. En la mencionada Fundación se encuentran dos cartas de Vidal Llàser que son complementarias de las legadas al Arxiu d´Eivissa. En la de 1975, Vidal le comunica al futuro Nobel que le manda los seis primeros números, o sea todos los que han salido hasta ahora, de la revista Eivissa. Cela propone a la dirección de la revista Eivissa intercambiarla con Papeles de Son Armadans y el asunto les parece muy bien. En la segunda carta, la de 1966, el escritor ibicenco en nombre de su mujer, Magdalena, y en el suyo propio le azuza a que vaya más por Ibiza porque ya tiene en la Isla un grupo de muy buenos amigos. También le señala a don Camilo que le manda la separata dedicada del artículo de Vidal que acaba de publicar Cela en Papeles de Son Armadans. Era costumbre celiana que los autores publicados en su revista le mandaran luego una separata dedicada. Don Camilo lo guardaba todo para su futura Fundación, hasta coleccionaba orinales. Yo mismo le regalé un catálogo de wáteres del siglo XIX, que enseguida me quitó de las manos estaba entusiasmado ante el regalo: «¡Coño, Jesús, esto sí me gusta, gracias!», me dijo. Por otra parte, el autor de Judíos, moros y cristianos gastaba jeta y lo mismo le pedía a Vidal la colección de la revista Eivissa que al poeta y académico Luis Rosales las obras completas de Lope de Vega:

«Querido Luis,
¿Recuerdas que hace algún tiempo, en una junta de la Academia, me anunciaste que ‘a lo mejor’ me regalabas los quince volúmenes de la edición de obras de Lope de Vega? Te lo digo por si ese ‘a lo mejor’ se produce; estoy arreglando un poco mi biblioteca y he vuelto a encontrarme con el hueco que le tengo reservado».

Por último, quisiera agradecer tanto a Lourdes Regueiro Fernández, de la Fundación Cela de Galicia, y a Ana Colomar y Lourdes del Arxiu y biblioteca de Eivissa su inestimable ayuda para poder llevar a buen puerto el presente artículo. Recuerdo haber visto unas fotos de Cela en una fiesta en Ibiza; estaba con un grupo de amigos tomando unas copas en la terraza de una casa, junto al mar, entre ellos, por allí andaba Cosme Vidal Llàser. Esas fotos tienen que estar en algún sitio, aunque ignoro dónde.