El coche, un Opel Meriva, cayó por el acantilado y quedó semi sumergido. | Irene G.Ruiz

Un navegante divisó ayer por la mañana desde el mar un turismo Opel Meriva que había caído por un acantilado cercano a Cala Llonga y que estaba semi sumergido. Un equipo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil llegó en lancha hasta el coche y se cercioró de que en el interior no había nadie. Tampoco hallaron en las aguas cercanas restos de ropa u otros indicios que hicieran pensar en que hubiera alguna persona.
Las llaves estaban puestas en el contacto y la cuarta marcha embragada. No había documentación en el interior. Por su parte, el Equipo de Rescate de los bomberos descendió por el acantilado hasta el coche con el fin de comprobar que no había rastros por la pared. No encontraron ningún indicio.
La Guardia Civil se puso en contacto, a través del número de placas, con el propietario del vehículo, un residente en la isla que explicó que dio de baja el coche hace tres años, después de sufrir un accidente que lo dejó 'siniestro total'. Añadió que no sabía nada del turismo desde entonces, cuando lo entregó, según dijo, en un taller de Opel. La Guardia Civil ha emprendido una investigación para esclarecer los hechos.
El Ayuntamiento de Santa Eulària, por su parte, ha iniciado gestiones para retirar el vehículo, ya que existe riesgo de contaminación del mar, o al menos retirar los líquidos del turismo, pero al parecer se trata de una labor muy complicada.
Al lugar también acudió personal de la Direcció General d'Emergències, de la Cruz Roja y de la Policía Local.