El fuego comenzó sobre las cuatro de la tarde. El edificio fue desalojado y una vez que los bomberos sofocaron el incendio, la policía vio al sospechoso mirando los trabajos de extinción tras la barrera instalada por los agentes. El sospechoso dijo entonces que había una mujer dentro. | Marco Torres

Una mujer de 43 años de edad, María Victoria P.A., falleció ayer a consecuencia de las heridas sufridas por un incendio que se declaró ayer por la tarde en el piso en el que vivía, una cuarta planta del número 2 de la calle Agapito Llobet de Vila. Los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a un joven de 20 años de edad, que reconoció ser el autor del incendio. El sospechoso, que tiene sus facultades mentales perturbadas, es un viejo conocido de la policía y cuenta con antecedentes. Además, 15 personas tuvieron que ser atendidas en el lugar por inhalación de humo.
El fuego comenzó poco después de las cuatro de la tarde. Según los datos recabados por los investigadores, en ese momento en el piso había dos personas, la fallecida y el presunto autor del fuego. Ambos vivían de alquiler. Al parecer, en el piso viven más personas, pero en ese momento no se encontraban en la vivienda.
Cuando los bomberos habían terminado de sofocar el incendio, fue cuando los agentes del Cuerpo Nacional de Policía vieron al sospechoso en la barrera instalada para contener al público en el Parc de la Pau. Le preguntaron por lo ocurrido y se derrumbó. Confesó que él había causado el incendio y dijo que dentro había una mujer. Los bomberos regresaron a la casa a toda prisa y encontraron a la mujer tumbada en el sofá.
Presuntamente, el sospechoso habría iniciado el fuego en el salón y la mujer estaba tumbada en una habitación, ya que estaba enferma de gripe. Al parecer, falleció por inhalación de humo, aunque habrá que esperar al resultado de la autopsia para conocer con certeza las causas del fallecimiento.
Cuando los bomberos sacaron a la mujer a la calle, el personal del Ib-Salut estuvo cerca de veinte minutos intentando reanimarla, pero no lograron salvarla. El vecino del sexto piso, dos por encima de la vivienda en la que se produjo el incendio, explicó que su perra se puso nerviosa, abrió la puerta de la calle y una densa humareda inundó su casa. Tuvo que salir junto con su mascota por el tejado y saltar al edificio de al lado.

Una noche fuera de casa
La alcaldesa de Eivissa, Marienna Sánchez-Jáuregui, acudió al lugar al enterarse de que había fallecido una persona. Explicó que el arquitecto municipal revisó la estructura del edificio, que no resultó dañada. No obstante, señaló la alcaldesa, debido al intenso olor a humo que hay en el edificio y a la gran cantidad de agua que tuvieron que emplear los bomberos, se pidió a los vecinos que no pasaran la noche en el inmueble. La mayor parte de ellos se fueron a casa de amigos o familiares. El Ayuntamiento se hizo cargo de quienes precisaran de alojamiento para pasar la noche, manifestó Sánchez-Jáuregui.