El letrado Juan María Ormazábal atiende, ayer por la mañana, a un particular.

Cada año son más los ciudadanos que aprovechan la jornada de puertas abiertas que organiza el Ilustre Colegio de Abogados de Illes Balears (ICAIB) para acercase a la sede de Eivissa, en la calle Aragón, y formular sus cuestiones a los letrados. Mientras que el año pasado fueron 57 las consultas que se realizaron a los abogados de forma gratuita, durante la jornada de ayer, que se celebró bajo el lema «Más vale prevenir que litigar», fueron 98, casi el doble. Los abogados, prácticamente, se vieron desbordados.

«La gente lo está pasando muy mal, y eso se nota», resumió la letrada Sonia Pardo Fernández, coordinadora de la jornada de puertas abiertas. «El aumento de las consultas se debe, sin lugar a dudas, a la crisis», señaló el delegado del Colegio de Abogados en Balears, Juan Antoni Marí Román. «Es una oportunidad única para formular una consulta de forma gratuita», apuntó.

Lo que no ha cambiado respecto al año pasado es el tipo de consulta. En el caso de Eivissa, de las 98 consultas 72 fueron sobre derecho civil, 12 por asuntos laborales, siete fueron casos relativos al derecho penal y otras tantas por asuntos administrativos. También el año pasado los asuntos civiles fueron, con diferencia, los más consultados en Eivissa. La mayor parte de estos casos eran temas relacionados con separaciones y divorcios. «Mi caso es un divorcio y vengo aquí», explica Pep, porque es una manera de contar con un primer punto de vista y también porque ando más ‘pelao’ que una gamba».

Problemas económicos

Tras los asuntos de familia, los casos derivados directamente de los problemas económicos que cada vez afectan a más personas: hipotecas, alquileres, impagos, reclamaciones de deudas y propiedad horizontal.

Ayer a mediodía, la abogada de Santa Eulària Carmen Ferrer Camacho había atendido tres consultas, dos asuntos de familia y un caso de arrendamiento. «Uno de los casos de familia trató sobre la interpretación de lo ya firmado, sobre qué ocurre cuándo se incumple lo acordado, en concreto sobre qué ocurre con los regímenes de visitas [de los menores] cuando uno vive aquí y el otro fuera de la Isla, ¿quién paga los billetes de avión?», explicó Ferrer. «Son casos que no tienen una solución auténtica, hace falta un tercero, un mediador, porque lo mejor es llegar a un acuerdo», añadió.

La otra consulta de corte familiar que atendió Carmen Ferrer la formuló un particular que quería una segunda opinión sobre las consecuencias de legalizar la separación de su contraparte, en concreto cómo afectaría a la guardia y custodia de los hijos y a los bienes que la pareja tenía en común. En cuanto al caso de arrendamiento que le fue presentado a esta letrada, trataba sobre un asunto de resolución contractual. Se trata de una persona que adquirió un compromiso cuando contaba con determinado compromiso de vida y ahora que esto ha cambiado y no puede cumplir con lo firmado quería saber si tenía que indemnizar al arrendador. «Uno está vinculado a lo que firma», explicó Ferrer. «Hay que negociar entre las partes», abundó. En cuanto a las doce consultas relativas al derecho laboral, trataron sobre despidos, impagos de nómina y algún ERE, explicó Sonia Pardo.

Este año 16 abogados participaron en las jornadas, uno más que el año pasado: Iván Couselo Orellana, Carlos Perelló Oliver, Vicente Tur Cardona, Eduard Clavell Gionzález, José Ramón Ramos Riera, Joan Cerdá Subirach, Laura Costa, Carmen Ferrrer Camacho, Víctor Jiménez Jiménez, Juan María Ormazábal García, Ana Rodrigo Lara, Elisa Rosselló Mayans, Catiana Palau Escandell, Javier Tur Mena, Juan Antonio María Román y Sonia Pardo Fernández.