Talamanca es uno de los lugares de Eivissa que me parecen más auténticos, diferentes, con una personalidad propia. La playa está cerca de la ciudad y es mucho mejor que la de Platja d'en Bossa, que incomprensiblemente también está sucia y muy poca gente se queja. Sin embargo, es indiscutible que Talamanca es la playa más maltratada de Eivissa. Y es seguramente la playa más nombrada por los políticos, pero de poco sirve. Estos días, Talamanca está repleta de posidonia lo que cuando éramos niños llamábamos erróneamente algas. La playa huele a podrido y las terrazas, pese al buen tiempo, han padecido la incompetencia municipal de no quitar la posidonia que nos dejó sobre la arena los temporales de hace dos semanas. Al principio, el Ayuntamiento de Vila dijo, con mucho sentido común, que comenzaría a retirar la posidonia una vez que pasase el temporal. ada que decir, pero desde hace más de una semana disfrutamos más de un tiempo primaveral y los políticos que se hacen fotografías en campañas electorales, indignadísimos ellos por la situación del emisario, no han sido capaces debuscar una solución a los valientes empresarios que mantienen abiertos sus negocios de invierno. En lugar de pelarse en las redes sociales sobre si hay que presentarse por una u otras siglas a las generales estaría bien que los representantes del pueblo, los que dicen que estarán cerca de las personas, se diesen una vuelta por Talamanca, que hablasen con los vecinos, con los empresarios, y que tomen medidas. Ahora la culpa ya no es de Biel Company. Y que se dejen de declaraciones inútiles y que asuman sus propias competencias, que por lo visto les vienen un poco grandes. Simplemente, que se pasen un día y miren. No perderán ni diez minutos.